VAN GOGH| PORQUE VEIA TODO EN AMARILLO

A todos nos gustan las obras de Vincen Van Gogh. Y este post trata -precisamente-  sobre la “visión amarilla” de Vincent van Gogh.

“Xanthopsia”, es decir, un predominio amarillo en la visión, puede ser provocado por muchos trastornos que no sean el filtro de color marrón rojizo de la esclerosis nuclear, que más afectó a Monet.

El envenenamiento por una gran cantidad de drogas, incluyendo santonina, digital, fenacetina, éter, ácidos crómicos y pícricos, e incluso el veneno de serpiente se han asociado con xanthopsia

En la época romana, Lucrecio, Varro y Casio describieron el “ver amarillo” como un estigma de los enfermos mentales, mientras que para Galeno se debió a “hiposfagma” (es decir, sangre en el humor acuoso). 1 Posteriormente, la tinción amarilla de la conjuntiva en ictericia sugirió que la bilis era la causa subyacente de xanthopsia, una opinión que se mantuvo (a pesar de que la córnea quedó sin colorear) por especuladores incluso tan tarde como Goethe (1749-1832).

Las pinturas del postimpresionista holandés Vincent van Gogh (1854-1890) son famosas por sus vívidos colores, particularmente el llamativo uso del amarillo, más evidente en sus obras posteriores, como Van Gogh, Still Life: Jarrón con quince girasoles , 1888. y The Reaper , 1889.

La existencia de Van Gogh estaba llena de tragedia y, en última instancia, autodestructiva, terminando con el suicidio a la temprana edad de 37 años. Más de 150 médicos han aventurado una variedad desconcertante de diagnósticos, que van desde el trastorno bipolar, esquizofrenia, neurosífilis, trastorno disfórico interictal, insolación, porfiria intermitente aguda, epilepsia del lóbulo temporal precipitada por el uso de absenta en la presencia de una lesión límbica temprana, a Ménière enfermedad.

Cualquiera que sea el diagnóstico exacto de van Gogh, es muy probable que después de la admisión al asilo en Saint-Rémy en 1889, su médico, el Dr. Paul-Ferdinand Gachet, le recetó medicamentos  razón por la cual la historiografía médica apoya firmemente la hipótesis de que Van Gogh puede haber sufrido xanthopsia inducida por digitalis.

El uso de “digitalis” en ese momento fue indudablemente generalizado. De hecho, Samuel Hahnemann, el padre de la homeopatía, enumeró 73 indicaciones para el tratamiento con “digitalis”, incluidos “pensamientos melancólicos, hipocondría, enfermedad mental, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, dolor en los ojos, hinchazón de los párpados, lagrimeo e inflamación del ojos ‘.

De todos modos, la pregunta sigue siendo si los lienzos de Van Gogh de hecho respaldan el diagnóstico de xantografía, o si la preponderancia del amarillo puede entenderse simplemente como un factor estilístico intencional de ciertas obras. De hecho, hay varios hechos para respaldar esta última afirmación.

En primer lugar, es poco probable que el Dr. Gachet haya sobredosificado a van Gogh con digitalis. Consciente de los posibles efectos secundarios letales de la droga, usó dosis homeopáticas y escribió en un tratado inédito:

“Entendemos los efectos fisiológicos de esta planta lo suficientemente bien hoy como para temer sus peligros, y desaconsejamos firmemente su uso, ya que puede producir síncope al disminuir el ritmo cardíaco y puede causar parálisis de ese órgano”.

Además, es dudoso que Van Gogh hubiera sobrevivido períodos prolongados de niveles de digitalis lo suficientemente altos como para inducir xanthopsia. Al igual que con la absenta, cuando alcanzó los niveles tóxicos, no habría podido pintar.

En segundo lugar, las pinturas de Van Gogh anteriores a 1889 ya mostraban una preferencia por el amarillo. Por lo tanto, su “visión amarilla” fue evidente en varias pinturas, como su icono ‘Girasoles ‘ y muchos otros, no se puede atribuir a su supuesto tratamiento con digital en Saint-Rémy. Además, Paul Gauguin (1848-1903), que había trabajado con Van Gogh antes de cualquier avería mental importante u hospitalizaciones, comentó sobre el efecto del amarillo en una de las pinturas de girasol de Van Gogh:

“Oh, sí, amaba el amarillo, este buen Vincent, este pintor de Holanda, esos destellos de luz solar que reavivó su alma, que aborrecían la niebla, que necesitaban el calor”.

Además, a pesar del predominio de los tonos amarillos en las obras de Van Gogh, hay que reconocer que el amarillo siempre se equilibra mediante el uso de azul y / o blanco, incluso si se aplica muy sutilmente (por ejemplo, en las paredes blancas de las casas distantes) en The Reaper , 1889). Con xanthopsia, los blancos y amarillos habrían sido indistinguibles para el pintor y los azules le habrían parecido verdes.

En tercer lugar, van Gogh adoraba la intensidad y el efecto de contraste de los colores en general, y estaba fuertemente influenciado por las impresiones japonesas, de las cuales tomó influencia para utilizar grandes áreas planas de colores monocromáticos y contornos fuertes (a menudo negros). Su correspondencia totalizó más de 2000 cartas que abren ventanas sobre el significado de sus obras y, de hecho, su alma.

Sus cartas explican cómo los colores en sus trabajos maduros ya no necesitan ser realistas. El motivo real ya no era de primordial importancia (como lo había sido en su trabajo inicial). En cambio, su objetivo era transmitir la sensibilidad, la vehemencia o la inquietud que emana de las combinaciones de colores. Por ejemplo, ‘The Night Café'(1888), caracterizado por su tonalidad amarilla, representa el interior anodino de un café medio vacío. Sin embargo, sus colores tienen un significado más profundo, como el artista describe en una de sus letras:

“En mi pintura de The Night Café intenté expresar la idea de que el café es un lugar donde puedes arruinarte, enloquecer, cometer crímenes. De todos modos, probé con contrastes de rosa delicado y rojo sangre y rojo vino. Suave Louis XV y Veronese verde que contrasta con verdes amarillos y verdes duros. Todo eso en un ambiente de horno infernal, en azufre pálido. Para expresar algo del poder de los rincones oscuros de un grog-shop. Y, sin embargo, con la apariencia de la alegría japonesa y la buena naturaleza de Tartarín.

En cuarto lugar, el Dr. Gachet probó la visión de van Gogh en 1889. No solo se encontró que Van Gogh tenía una excelente visión sin ayuda, tanto a corto como a distancia; su visión del color (como se probó con los materiales de visión de color utilizados para el personal ferroviario en el momento) nuevamente parecía ser perfectamente normal.

Curiosamente, algunos historiadores del arte y médicos también han sugerido que el glaucoma de ángulo cerrado subagudo puede haber sido responsable de los “halos” de Van Gogh, como se evidencia en varias pinturas, como The Night Café o The Starry Night . 8

De nuevo, esta hipótesis es altamente improbable. No hay ningún indicio en la correspondencia detallada de van Gogh que haya mencionado los síntomas asociados con el cierre del ángulo subagudo; como dolor de frente, visión borrosa o, de hecho, ver halos. Además, Van Gogh era un candidato poco probable para el cierre angular, siendo joven, blanco y ciertamente no hipermétrope.

Por último, la hipótesis más extraña presentada es que:

“El uso de Van Gogh del amarillo se considera derivado del sol, y parece estar relacionado con una ambivalencia hacia su padre, como se expresa en el culto al sol, mientras que los colores complementarios rojo y verde se correlacionaron con su bisexualidad y ansiedad de castración”.

La parcialidad de Van Gogh por el amarillo ha sido de hecho objeto de mucha especulación. Sin embargo, después de una inspección y consideración minuciosa, queda claro que el esquema de color de Van Gogh siempre fue deliberado y no estaba vinculado a ningún impedimento visual.

El estudio de sus pinturas debe recordar a la audiencia no solo reflexionar sobre lo que ven, sino también considerar lo que el artista vio durante el proceso creativo. Como Edgar Degas, contemporáneo de van Gogh, conmovedoramente lo expresó:

“El arte no es lo que ves, sino lo que haces que otros vean” .Si te gustó, tenes más en mi blog: www.danielgabrielotero.wordpress.com